jueves, 30 de agosto de 2007

Gilberto Martínez. (Medellín, 1934)


Maestro Honoris Causa en Artes Escénicas de la Universidad de Antioquia; realizó estudios de teatro en México y en Estados Unidos. Además es Médico de la Universidad de Antioquia y Especialista en Cardiología del Instituto Nacional de Cardiología de México. Es profesor en las facultades de Artes y de Medicina de la Universidad de Antioquia, y fundador de la Escuela Municipal de Teatro y de la Casa del Teatro, ambas de Medellín, así como de otros grupos de teatro de esta ciudad.
Ha sido jurado en varios concursos nacionales e internacionales de teatro. Recibió el Premio Nacional de Dramaturgia con su obra El grito de los ahorcados. Es autor de varios ensayos y obras teatrales, como: Hacia un teatro dialéctico, Teatro: teoría y práctica, Teatrario, La ceremonia, El poder de un cero, Dos minutos para dormirse, El tren de las cinco, El proceso del señor gobernador. Ha dirigido varias obras de teatro como: Misterio bufo, Pareja abierta, La madre in, Prométeme que no gritaré y Tierra de nadie, en las cuales además ha participado como actor.

BÚSQUEDA TEATRO ESTUDIO PRESENTA EL ESTRENO DEL MONOLOGO "LA CEREMONIA" DE GILBERTO MARTÍNEZ, LUNES 3DE SEPTIEMBRE EN FUNDAM, 8:30 P.M.


LA CEREMONIA para BÚSQUEDA


En el montaje que realizamos, un monologo, partimos de la base de la condición de la mujer en la sociedad contemporánea, si bien la historia tiene una base real, para Búsqueda, es metafórica, es solo el pretexto para reflexionar sobre el condicionamiento social al que se ve sometida la mujer en una sociedad machista, matriarcal, excluyente.

Hoy, las Angelinas no son encerradas, ni sometidas por el matrimonio (aunque en algunas partes esto todavía sucede), pero si son estigmatizadas, sus cuerpos son productos comerciales, vendibles, entre otras, la mujer es vista todavía como un ser inferior por la mayoría de los hombres, es golpeada, maltratada sicológicamente. Niñas violadas, esposas ultrajadas, empleadas acosadas y humilladas. Nuestra Angelina solo es un punto, una partida para el análisis de estos tópicos.

Angelina es una mujer anciana que llega a su morada el último día de lo que será su vida, llega a descargar todo ese sentimiento que lleva por dentro, y en una diatriba se enfrenta a los fantasmas de sus padres quienes 45 años antes la habían dejado encerrada en su habitación durante 30 años por haberse enamorado y entregado a Francesco, un profesor de piano que era casado, recuerda toda su crianza, lo que significaba ser mujer, se una Bianchini, recuerda como ella después de la muerte de sus padres sale y se pone como meta vengarse arrastrando hasta desaparecer el “honor de los Bianchini”, con su muñeco, recorre las calles recogiendo chatarras pero sin olvidar la razón de su sinrazón. Después que descarga toda su furia contra esos fantasmas que la persiguen y la atormentan, finalmente es libre, es su último día, es su ceremonia…

Su imaginación recrea el como fue formada en una sociedad donde los valores y patrones socioculturales eran, en extremo, conservadores. La imagen del padre, autoritario, dictatorial, un ser “ubicado por encima de todo”, el que dicta las ordenes y las leyes, una madre sometida, humillada, obligada a cumplir los dictámenes del padre, sin replica alguna, sometiendo su verdadera naturaleza a la leyes impuestas por la sociedad imperante, los vecinos, que se convierten en la gran masa que de igual manera es llevada por la costumbre y asume una posición ligada a la construcción de dicha sociedad, Francesco, el amor no consumado, la felicidad, la libertad, la excusa de Angelina para rebelarse a ese orden impuesto, si bien paga, siempre se paga, su osadía, logra derrumbar las columnas de esa sociedad representadas en sus padres.


Autor: Gilberto Martínez
Actriz: Jazmy Brito
Maquillaje: Jennifer Muñoz

Vestuario: Johanna Celis
Luces: Luís Domínguez
Escenografía: Luís Domínguez, Jairo Mendoza
Música: Lewis Martínez
Dirección: Lewis Martínez

lunes, 27 de agosto de 2007

LA CEREMONIA de GILBERTO MARTÍNEZ

El origen.

Desde hace algunos años tenía en mi poder la historia de Angelina Bianchini publicada es una revista de cuyo nombre no me acuerdo, relatada por Andre Prevost, bajo el titulo de: “Venganza Corsa. La Historia de un amor maldito”.

De cuantas veces intenté plasmarla en una obra dramática, tampoco me acuerdo; pero lo que sí sé, es que es forma de poema dramático al fin logré, aunque no totalmente, desembarazarme de ese fantasmagórico personaje.

Un día cualquiera, los vecinos de la avenida Carnot, en un barrio de Bastia, en Córcega, se dieron cuenta de la desaparición de una vieja mendiga recolectora nocturna de chatarra y de un perro al cual cariñosamente llamaba: “Francesco”. Los cadáveres estaban en avanzado estado de descomposición. Durante la requisas encontraron una abultada cartera con talonarios, cuentas, títulos de propiedad, etc., además de un cofre repleto de valiosas joyas. Angelina nunca utilizo la fortuna que le habían dejado sus padres.

“Hace sesenta años -escribe Prevost- Angelina Bianchini era una de las muchachas más bonitas y más elegantes de Bastia. Tenía numerosos pretendientes, pero se enamoro de un profesor de piano, llamado Francesco. La familia descubrió estas relaciones y también que él ya estaba casado. Entonces como castigo a haber deshonrado al apellido Bianchini, la encerraron en una habitación de la casa y allí permaneció, sin salir un solo día, hasta que sus padres murieron, habían pasado treinta años.
Basado en esa historia escribí “La Ceremonia”, El Autor.